Soledad Franciscana

lunes, 2 de abril de 2018

2018 FOTOS DE LA ESTACION DE PENITENCIA y DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN EN LA ESTACION DE PENITENCIA DEL RESUCITADO

REAL COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD, TERCIO DE LOS SIETE DOLORES, SANTA CRUZ EN EL MONTE CALVARIO, MARÍA SANTÍSIMA DE LA AMARGURA Y SAN JUAN EVANGELISTA
CIUDAD REAL

CRÓNICA DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA 2018

El tiempo lo permitió y quiso que a las cinco y media en punto de la tarde se abriesen las puertas de nuestro Templo Parroquial donde el Diputado Mayor de Gobierno y el Diputado de Tramo que aguardaban fuera a que llegara la hora, cuando ésta llegó  tocaron la cancela para indicar que era la hora donde cientos fieles aguardaban para presenciar el inicio de la Estación de Penitencia de esta Real Cofradía, de luto y penitencia, que tras abrirse las centenarias puertas del Gótico Templo Parroquial, (que desde mediados del siglo XIV en que comenzó su realización y desde mediados del XV en que se finalizó, tenemos la dicha de tener los cristianos de Ciudad Real para nuestras celebraciones litúrgicas de esta céntrica Parroquia) comenzaron a salir los hermanos de la Cofradía, siendo los primeros en hacerlos dos jóvenes "libreas" que estrenaron unos bellos y ricos candelabros de mano con luz natural.

A la puerta de la Parroquia aguardaba una multitud de fieles, que llenaba una gran plaza de San Pedro, así como las calles de alrededor, rumbo hacia la de la de Ruiz Morote, subiendo hacia la de Hernán Pérez del Pulgar, por donde todo el cortejo llevaría sus  pasos, una vez que finalizase la Plaza Parroquial, y así comenzó la andadura de nuestra Cofradía por nuestras calles de la Ciudad de Reyes.

Tras los dos jóvenes, fieles y entusiastas "Libreas"  que portaban cada uno un farol de mano labrado y bañado en plata, el cortejo se abría con una bella Cruz Guía de madera y adornos de orfebrería y dos faroles, uno a cada lado de la misma, portado por hermanos de la Cofradía, tras los cuales iban en absoluto silencio y siempre mirando al frente, sin volverse hacia atrás los nazarenos del Misterio de María Santísima de la Amargura, portando cirios de color negro, intercalándose entre los nazarenos diferentes insignias. La primera en aparecer, tras varias parejas de nazarenos fue el conocido "Senatus", escoltado por dos Varas con el escudo de la Hermandad en orfebrería de plateado, tras el cual, nuevamente, varias parejas de nazarenos con su cera alumbraban el camino que María Santísima de la Amargura tendría que recorrer, para seguirles el Estandarte Guión de San Juan, escoltado por dos varas con el escudo de San Juan,  co-titular de la Real Hermandad, y Patrono de los Jóvenes Cofrades, que acompaña a María Santísima de la Amargura y las Tres Marías, en el Paso de Misterio, junto a la CRUZ vacía del Señor, centro  de la vida del creyente, mesa y altar del Cuerpo del Señor, sin cuya presencia no podríamos entender este paso de Misterio al que sacamos catequéticamente a nuestras calles y plazas para realizar nuestra Estación de Penitencia. La Cruz nos dice y nos hablar al mirarla que Dios  nos ama más que así mismo. La Cruz es el ágape de Dios. Y nunca podemos dejar de mirar la Cruz al mirar nuestro Paso de misterio. 

Tras el estandarte Guión de San Juan, continuaron unas parejas de nazarenos con su cera negra, siguiéndole el bellísimo y valiosísimo Simpecado de la Amargura, escoltado también a su vez por dos varas, siguiéndoles unas parejas de nazarenos de vela negra, donde tras ellos iban los acólitos con sus ciriales y el pertiguero que anunciaban el Paso de Misterio de María Santísima de la Amargura.




 








Seguidamente el Paso de Misterio, iban la Cruz Parroquial y los Ciriales Parroquiales, tras los cuales no podían faltar el futuro de nuestras Corporaciones Nazarenas, un nutrido grupo de niños y niñas con cestas llenas de estampas de nuestras Titulares, que repartían a los fieles que presenciaban por las distintas calles nuestra Estación de Penitencia, y agradecían profundamente el presente, besando muchos de ellos el humilde regalo que los infantes les hacían con tan bellas imágenes a las que poder rezar durante todo un año. 
Tras nuestros niños y niñas, el estandarte Guión del Grupo Jóven, y un grupo de nazarenos de vela blanca, todos ellos jóvenes de nuestro Grupo juvenil, que numerosas actividades realizan a lo largo de todo el año y tan enamorados están de nuestra Madre la Virgen, Madre de Dios y Madre nuestra. Tras ellos el Guión 450º aniversario de la celebración en al año 2016 de dicha efeméride y que nos recuerda ser la Hermandad más antigua de toda la Ciudad. 
Seguía al Estandarte Guión 450º Aniversario, un nutrido grupo de mujeres, ataviada con la Mantilla Española, que es característico de nuestra Cofradía, presididas por vez primera por la Bandera de la Hermandad llevada por una valiente mujer que al ejemplo de las señeras Hermandades quiso ser portadora voluntaria de la insignia de la Hermandad que con amor, devoción y sacrificio ofrecido a la Madre quiso realizar para engrandecimiento de la Hermandad y para que desde ahora sea el santo y seña de las mujeres de mantilla que las identifique dentro de nuestra Hermandad, abanderadas de Nuestra Señora de la Soledad, junta a esta valiente mujer, dos mujeres con vara escoltando tan importante y destacada insignia de nuestra Corporación. No tenemos al escribir la narración de lo que ha sido nuestra Estación de Penitencia ninguna fotografía que ilustre lo acontecido, pero en cuanto dispongamos de alguna se pondrá el detalle. Presidía el Cortejo de Mantillas la Concejal del Partido Popular Doña María Calderón, justificando su ausencia, por un fuerte catarro que la imposibilitó asistir, sintiéndo de todo corazón su ausencia, Doña Carmen Quintanilla Barba, al igual que le pasó a Doña Elisa Céspedes Medrano que no pudieron asistir y acompañar en la presidencia de las Mantillas a nuestra Madre la Santísima Virgen. Acompañó a Doña María José Calderón, nuestra hermana Doña María Rabadán del Amo.
Seguían a las mujeres de mantilla, el Estandarte Guión Concepcionista, escoltado por dos varas,  que es el único estandarte Concepcionista que existe en la Semana Santa de Ciudad Real, que significa que proclamamos el Dogma de la Inmaculada Concepción El Dogma de la Inmaculada Concepción, es un dogma de la Iglesia Católica, decretado en el año 1854, que sostiene que la Virgen María estuvo libre de pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su Hijo Jesucristo, y nosotros queremos en nuestra Estación de Penitencia, y catequesis en la calle, ponerlo de manifiesto y hacerlo patente pues es un dogma de mucha importancia para nosotros. Como se aprecia es un estandarte de distinto color al color predominante negro, de luto, de la Cofradía, como ocurre con el Guión de San Juan, pero el Dogma es de tal magnitud e importancia señalarlo y traerlo a colación en una Cofradía totalmente Mariana, que no desdeña su color "azul mariano" para nada con el negro de luto de la Cofradía, al contrario, centra más en el carácter Mariano de la Cofradía y nos hace más comprometidos con la Madre de nuestro Señor, al igual que ocurre con el banderín de San Juan,  que es el otro color que rompe el negro, pues al ser Cotitular de la Cofradía, hay que traerlo a identificarlo y el Color Sanjuanista es el verde y no podemos inventar otro por capricho. Todo en la Semana Santa tiene su porque y su para que y no hay que inventar nada, ni cambiar nada, y el negro riguroso de una hermandad de luto y no lo pierde por ser rigurosos en dos de sus insignias tan identificativas a dos realidades tan manifiestas, una el Dogma de la Inmaculada y otra al Cotitular, San Juan.

Seguido al Estandarte Guión varias parejas de nazarenos con cera blanca, tras los cuales el Libro de Reglas portado por el Secretario de la Hermandad y escoltado por cuatro varas, (una de ellas llevada por la Vice Secretaria, con quien el Secretaria turnaba el libro de Reglas y la pértiga, fruto y testimonio de un trabajo compartido  y coordinado, llevado, conjuntamente y en completa comunión y armonía).



Les seguían varias parejas de nazarenos con vela blanca, y el Estandarte Corporativo de la Hermandad, conocido, popularmente como "Bacalao", custodiado por otras cuatro Varas.


Tras ellos, nuevamente un grupo de nazarenos en parejas con su cera blanca, y la Presidencia Oficial de la Hermandad, compuesta por Hermano Mayor, Vice Hermano Mayor, un Ex Hermano Mayor de los invitados que han respondido a la invitación, y una miembro del Grupo de Camarería, que viste a las Imágenes de la Virgen y de San Juan y las Marías. 
Tras la Presidencia Oficial el Cuerpo de Acólitos y Pertiguero, y por fin, la más esperada al igual que ocurrió anteriormente en el Paso de Misterio, Nuestra Señora de la Soledad, hacía su aparición, siendo, como pasó anteriormente, el foco de miradas y oraciones de todos, de suplicas y de confidencias. Todo era para Ella, todo por Ella. Todo mereció al final la pena, sólo por Ella, que nos dice: "Haced lo que El os diga y nos lleva al Hijo".





Destacar el nuevo estreno que el Paso de Palio hizo este año, y es la bella imagen académica y pean para la misma. La imagen es del Apóstol San Pedro, como agradecimiento al Titular de la Parroquia donde está enclavada nuestra Hermandad, y a la propia Parroquia por los buenos vínculos y porque somos y nos sentimos, como ha de ser, comunidad dentro de la misma y dentro de la Iglesia particular de la universal; por eso esta bella y académica imágen de San Pedro como símbolo de gratitud y de pertenencia a la Parroquia, Comunidad de creyentes, constituida de modo estable en nuestra Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del Obispo Prior, encomendada a nuestros Curas Párrocos como pastores, y nosotros miembros del rebaño de Cristo que somos insertos en dicha Comunidad.  


Tras el Paso de Palio, D. Pablo Martín del Burgo, Cura Párroco de la Parroquia de San Pedro, acompañado de su cuerpo de acólitos de la Parroquia y del Ex Secretario de la Hermandad D. Manuel Mondejar, gran enamorado de la Santísima Virgen y entusiasta de la Hermandad como los halla. 









Acompañó al Paso de Palio la Sinfónica de Miguelturra, la cual a la llegada, su coro infantil cantó una bella composición a la Virgen de la Soledad.


A la Virgen de la Amargura, la acompaño, como viene siendo tradicional en los últimos años, un cuarteto de viento. La Coral de la Santísima Trinidad de Torralba de Calatrava, cantó varias piezas musicales en el inicio de la calle Ruiz Morote, en la Plaza del Pilar, en la Plaza Mayor, en el Prado (bajo al Camarín del la Santísima Virgen del Prado), en la Parroquia de la Santa María del Prado (Merced), en la Calle de la Cruz (esquina con Paloma) y en la entrada de la Parroquia de San Pedro. 

Tanto a la Coral de la Santísima Trinidad de Torralba de Calatrava, como a la Sinfónica de Miguelturra, como al cuarteto de música felicitarles por su espléndida música a lo largo de todo el recorrido de la Estación de Penitencia. Que la Virgen premie sus dones y su arte en favor de los demás y como actos de oración hacia la Virgen, que nos ayudan a acercarnos más a Ella, tanto en lo instrumental como en lo cantado. 



El final de nuestra estación de penitencia, no habla de Resurección, de Vigilia de Pascua de Resurrección y de Vida definitiva, por eso cuando terminó la Estación, nos dispusimos a celebrar todo con alegría porque la Resurrección del Señor, ya estaba presente, y podiamos decirle a María y cantarle al Mundo:

"Porque Cristo nuestro hermano ha resucitado, María alegrate.Aleluya". Feliz Pascua de Resurrección.





El domingo de Resurrección, nuestra Hermandad, como viene siendo costumbre, también participó en la procesión que se conoce como del Resucitado, acompañando al Paso de Jesús Resucitado y de María Santísima de la Alegría.








   

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